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Traumatismo encéfalo-craneáno (TEC)

Traumatismo encéfalo-craneáno (TEC)

El traumatismo encéfalo craneano es la alteración en la función neurológica como consecuencia del golpe que produce una fuerza externa (un objeto, una aceleración o desaceleración sin que esto signifique un trauma directo, un cuerpo extraño que penetra el cráneo, una explosión, etc.). En la actualidad, es la causa más común de muerte y discapacidad en jóvenes.

El daño que sufre el cerebro después de un traumatismo depende de dos instancias. La lesión primaria (contusión) está directamente relacionada con el golpe que lo produjo, la lesión secundaria (edema, hemorragia, aumento de la presión en el cráneo, etc.) puede desarrollarse a partir de la lesión durante los días posteriores al accidente y pueden acarrear graves consecuencias como alteración de la conciencia o coma (de intensidad y duración variables).

El TEC se clasifica en leve, moderado o severo dependiendo del nivel de conciencia observada durante la evaluación inicial de quien lo padece:

-          Leve: el paciente ha experimentado una pérdida de la conciencia menor a treinta minutos, tiene dolor de cabeza y amnesia y presenta signos de confusión. 

-          Moderado: el paciente está letárgico o estuporoso.

-          Grave: el paciente se encuentra en un estado comatoso, no puede abrir los ojos o seguir órdenes.

 

Las secuelas físicas pueden incluir trastornos en el funcionamiento de los sentidos, en el movimiento, en la deglución, en la coordinación, en el control de los esfínteres, etc. En cuanto a las secuelas neuropsicológicas, pueden observarse una gran variedad de déficits cognitivos (en la atención y la concentración, en la memoria y el aprendizaje, en el razonamiento y la inteligencia, en el lenguaje y el habla, etc.) y conductuales (impulsividad, desinhibición, falta de iniciativa, escasa conciencia del trastorno, cambio de carácter, etc.).

Es importante conocer los indicadores de un TEC para poder administrar los primeros auxilios y llamar a una ambulancia lo antes posible. Los síntomas dependen de la gravedad de la lesión, estos pueden incluir: sangrado o pérdida de líquido por la cabeza, la nariz o las orejas, dolor de cabeza, fluctuación de la conciencia, apnea, confusión, pérdida del equilibrio, debilidad o falta de movimiento de una extremidad, pupilas diferentes entre sí, trastornos del habla, convulsiones, vómitos, somnolencia, etc.

 

Qué hacer:

-          Controlar la respiración y las vías respiratorias asegurándose de que ningún objeto las obstruya. En caso de ser necesario inicie respiración boca a boca. Controlar el pulso y, ante su falta, iniciar una reanimación cardiopulmonar. Detener cualquier sangrado aplicando una compresa. En caso de tener que aplicar una nueva no retirar la primera sino colocarla encima de la anterior. Si existe la sospecha de una fractura de cráneo, no aplicar presión directamente.

-          Inmovilizar y estabilizar la cabeza y el cuello manteniendo la cabeza en línea con la columna.

-          En caso de vómito, girar la cabeza y el cuerpo para prevenir el ahogamiento.

-          Aplicar compresas de hielo en las zonas inflamadas.

-          Si hay objetos incrustados en las heridas, no retirarlos.

Es necesario poner en práctica las precauciones del caso y utilizar el equipo de protección apropiado para cualquier actividad en la cual exista la posibilidad de una lesión en la cabeza tanto en Expanda sección

el trabajo como durante actividades recreativas. La conducción defensiva, el uso de cinturón de seguridad, los airbags y los asientos para niños, reducen el riesgo de un daño grave en el caso de un accidente automovilístico, así como usar casco para moto y bicicleta.

A pesar de los avances que la investigación ha hecho en el campo de la neurología, en la actualidad, la recuperación completa tras una lesión es infrecuente. Sin embargo, a través de la neurorehabilitación, el paciente puede optimizar la recuperación de sus funciones, potenciar sus capacidades conservadas y adaptarse a sus limitaciones, con el objetivo de lograr la mayor autonomía posible.