La esclerosis lateral amiotrófica (también llamada enfermedad de Lou Gehrig) es una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular. Se origina cuando las motoneuronas disminuyen gradualmente su funcionamiento y mueren, provocando una parálisis muscular progresiva. Las funciones cerebrales no relacionadas con la actividad motora, como la sensibilidad y la inteligencia, se mantienen intactas. Como en el caso de otras enfermedades neurológicas progresivas, todavía se desconocen sus causas, aunque se le atribuye un posible origen viral, tóxico, genético o endocrino.
Aunque los síntomas tempranos varían de un paciente a otro, la degeneración muscular implica dificultad al caminar, al coordinar los movimientos de las manos y, eventualmente, para masticar, tragar, hablar y respirar. Progresivamente, se padecen espasmos y calambres, se siente debilidad, y se pierde una cantidad anormal de masa muscular y de peso corporal. Sin embargo, en ningún momento se afectan los sentidos, los esfínteres ni la función sexual.
En la actualidad no se dispone de fármacos efectivos que actúen en el curso de la enfermedad, pero sí que disminuyan los síntomas. El uso de dispositivos ortopédicos puede maximizar la función muscular y la salud en general, y la rehabilitación y la fisioterapia, con un equipo interdisciplinario de profesionales y desde las fases más tempranas de la enfermedad, mejora considerablemente la calidad de vida de los pacientes.